Eres sú y tú propio Espejo!

Los hombres, lamentablemente, no siempre entienden una verdad muy simple: 
K es la mujer...
Por k cuando ama… es intensamente recíproca.
La naturaleza femenina es como un eco, o sea un reflejo emocional.
Absorbemos la actitud del hombre hacia nosotras a nivel intuitivo y energético — sus palabras, sus actos, sus intenciones… y si estos coinciden entre sí.
Y luego, simplemente… devolvemos.
Lo que sembraste — regresa.
A veces como ternura, cuidado, paz y un hogar donde descansar del mundo.
Otras veces… como frialdad, distancia y una puerta cerrada para siempre.
Porque una mujer no es rencorosa.
No es vengativa.
Es un espejo.
Y refleja exactamente lo que tú has puesto en ella.
¿Quieres un jardín? Cuídalo.
¿Quieres amor? Ámala.
¿Quieres lealtad? Sé digno de confianza.
Si tienes a tu lado a una mujer tranquila, cálida, leal y amorosa — no es casualidad. Es el resultado de tus actos.
Y si a tu lado hay frialdad y vacío, tampoco es casualidad. Es el reflejo de lo que sembraste.
Mira a tu mujer… y verás quién eres realmente.
Porque ella es tu espejo.

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